La exfoliación de la piel es un ritual de
belleza imprescindible para mejorar la salud de la misma manteniéndola suave y
resplandeciente.
Su principal función, eliminar las células muertas que le dan este aspecto apagado y un tacto áspero, activar la circulación de la sangre y, favorece la regeneración natural de las nuevas células.
El siguiente exfoliante es a base de limón, un excelente tratamiento que ayuda a desaparecer los granos y manchas. Y, además, le devuelve su suavidad y elasticidad.
Modo de preparación:
Triturar la cascara seca de los limones hasta obtener un polvo suave, añadir la miel y los aceites, verter el ½ vaso de zumo de limón y mezclar bien hasta obtener una mezcla compacta.
Modo de uso:
Humedecer el cuerpo y aplicar una fina capa y, realizar unos suaves movimientos circulares. Aclarar con abundante agua.
Se puede aplicar también sobre el rostro para eliminar sus células muertas e impurezas, realizando un ligero masaje circular y, evitando el contacto con los ojos.
Nota importante:
Se recomienda aplicar este exfoliante por la noche o, cuando no tenemos intención de salir a la calle, ya que, cuando el limón entra en contacto con la luz solar deja manchas oscuras en la piel.
Su principal función, eliminar las células muertas que le dan este aspecto apagado y un tacto áspero, activar la circulación de la sangre y, favorece la regeneración natural de las nuevas células.
El siguiente exfoliante es a base de limón, un excelente tratamiento que ayuda a desaparecer los granos y manchas. Y, además, le devuelve su suavidad y elasticidad.
Es apto para todo tipo de pieles, pero es
aconsejable especialmente para la piel grasa. Se recomienda su aplicación una
vez a la semana, de esta forma, se evita la acumulación de las células muertas
y se mantiene la piel limpia y suave al tacto.
Ingredientes:
½ vaso de zumo de limón
3 cucharadas de miel
6 cucharadas de aceite de lavanda ( en su
defecto aceite de argán o almendras)
5 cucharadas de aceite de coco
5 cucharadas de agua de rosas
Modo de preparación:
Triturar la cascara seca de los limones hasta obtener un polvo suave, añadir la miel y los aceites, verter el ½ vaso de zumo de limón y mezclar bien hasta obtener una mezcla compacta.
Modo de uso:
Humedecer el cuerpo y aplicar una fina capa y, realizar unos suaves movimientos circulares. Aclarar con abundante agua.
Se puede aplicar también sobre el rostro para eliminar sus células muertas e impurezas, realizando un ligero masaje circular y, evitando el contacto con los ojos.
Yo personalmente aplico este exfoliante por la noche, me
ducho como de costumbre con agua y jabón, luego exfolio la piel de todo el
cuerpo incluida la cara, me aclaro con agua caliente y luego fría y me seco
bien. La piel se queda muy suave y muy hidratada, eso sí, con un olor a pastel
de limón recién hecho.
Nota importante:
Se recomienda aplicar este exfoliante por la noche o, cuando no tenemos intención de salir a la calle, ya que, cuando el limón entra en contacto con la luz solar deja manchas oscuras en la piel.
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